Ayer por la noche viajé a un mundo de fantasía. En vez de ir por el armario y encontrar el frío de una tierra de hielo y nieve, preferí ir a mi cama y soñar. Serían numerosos los sueños que tuve, pero recuerdo uno, solo uno:
Soñé con una chica, de pelo rubio, ojos azules, piel lisa y blanca, estatura media y que vestía de negro. Puede que el color de su vestido llegara a desencantar, pero no, su estilo era sensual y bello. Ah, sí, un detalle más... tocaba el piano. Al tocarlo, hacía que mi ritmo corporal fuera al unísono con el de la canción. Transmitía profesionalidad y sutileza. Un encanto.
Soñé con una chica, de pelo rubio, ojos azules, piel lisa y blanca, estatura media y que vestía de negro. Puede que el color de su vestido llegara a desencantar, pero no, su estilo era sensual y bello. Ah, sí, un detalle más... tocaba el piano. Al tocarlo, hacía que mi ritmo corporal fuera al unísono con el de la canción. Transmitía profesionalidad y sutileza. Un encanto.

Amar, desconocer, querer y añorar. Un contraste casi igual que el que hay entre el blanco y el negro. Sin embargo, el sueño era todo de colores vivos y alegres.
Aparte de eso, no puedo recordar mucho más. Cuando me desperté no tenía en la mente nada de lo soñado. Seguí con mi rutina diaria y al llegar la tarde, me vino un 'flashback emocional', algo así como volver a sentir emociones y sentimientos que ya habías percibido. Inmediatamente después, mi cuerpo experimentó una sensación acogedora, como si me acariciaran suavemente el corazón pero sin que llegara a latir fuertemente. En ese momento me vinieron trozos del sueño y me di cuenta de que sentía añoranza por alguien que no conocía. Sí, la echo de menos, pero también añoro ese sentimiento de querer a alguien como yo lo hacía con la chica del sueño.
Creo sinceramente que mi cerebro creó esa imagen y esos sentimientos porque aquí, en el mundo real, están escasos. Ya sea en mi caso, o en el tuyo, el mundo tiene falta de cariño. ¿Cuántos abrazos se estarán dando ahora mismo? ¿Y si lo comparamos con besos? ¿Y con palabras de mutuo aprecio? La gráfica baja y baja... pero espera, un segundo: ¿Sabéis lo más importante?
No importa si hay grandes cifras...
.... ni qué muestran las comparaciones...
... ni si hay más palabras malas que buenas....

Y en cuanto a mi sueño, diré en mi defensa que me gustaría cambiarme de nombre y convertirme en Peter Pan, para ser siempre un niño feliz y alegre. Es que es muy simple, cuando somos pequeños no nos damos cuenta, pero el mundo es realmente un cuento de fantasía, de esos que se narran antes de dormir, para que, más tarde, entre el rumor de la noche y de los susurros del mundo, podamos volver a soñar con la chica de nuestros sueños:
Esa incógnita que encontrar y amar.
PD: Si eres como la chica del sueño, dame un toque ;)
No hay comentarios:
Publicar un comentario