No, porque no. Porque no son lo mismo. Usamos las palabras sin saber su significado. Prometemos cosas que jamás se cumplirán. Decimos, hablamos, explicamos... pero no es lo mismo que hacerlo de verdad. Somos magos sin título: creamos ilusiones en los demás y en nosotros mismo y al final, acabamos siendo unos mentirosos.
Porque...
No es lo mismo es lo mismo ''decir'' que vas a aprobar un examen, a ''hacerlo'' de verdad. Pero no estudias porque beber y drogarte es mucho mejor, o salir con la chica que conociste ayer y te quita las palabras de la boca. Si la vida te da la fantástica oportunidad de poder aprender, hazlo. ¿Has probado a caminar 40 km cada día? Pues hay niños de 8 años que lo hacen para aprender a decir:
''Hola, me llamo Jake y mis padres trabajan cada día hasta la noche para que yo pueda aprender y tener un futuro''.
No es lo mismo decir ''te quiero'' que de verdad sentir amor puro y duro por alguien, y demostrarlo con abrazos, besos y cariño. Por si no lo sabías, no se enamora a una persona una sola vez, hay que hacerlo cada día de tu vida, o al menos, intentarlo. Porque la diferencia entre un ''me gustas'', un ''te quiero'' y un ''te amo'' es la misma que ''¡Casi gol!'' ''¡Gooooooool!'' y ''¡Qué golazooooooo!''
Aprende a sentir, aprende a valorar y aprende a vivir.

No es lo mismo decir ''voy a cambiar'' que hacerlo y dejarte la vida en ello. Al final acabas siendo un mentiroso, pero no conmigo. a mí me da igual, sino contigo, la persona que más te debería importar.
Quieres pero no puedes. Anhelas pero no le echas ganas y tiempo. Lo dices hoy, pero lo dejas para mañana. Vas a cambiar pero no lo haces.
No presumas de falsas promesas conseguidas. Las palabras se las lleva el viento y a los mentirosos no los quiere nadie. Sal a comerte el mundo y sé quien quieres ser. Costará, quizá sea el mayor reto de tu vida, pero eso es un aliciente para competir aún más y conseguir un trofeo que pocos han logrado.
No es lo mismo ''dialogar'' que ''hablar en voz alta'' y que ''gritar''. Por mucho que me haga enfadar una persona, jamás le levanto la voz, pues siempre muestro más respeto que aquel que intenta ofenderme. Por eso, no es lo mismo ''ser una persona civilizada'' que ''parecerlo'' y tampoco es lo mismo ''hacerse notar'' que ''ser el centro de atención''.
No es lo mismo ''llorar por alguien'' que ''llorar por la imagen de alguien''.
Perdona, ¿nos conocemos? Te he dicho dos palabras bonitas, y ¿ya no puedes vivir sin mi? ¿A donde hemos ido a parar? Todos dejamos de llorar por esa imagen cuando nos dicen que es Photoshop y vemos la cruda realidad. Ten en cuenta, que cada persona es un mundo, y la verdad, explorarlo en un día solo... chungo.
No es lo mismo ''estar bueno'', ''ser bueno'' que ''parecer bueno''. La diferencia está en la apariencia. Estar bueno es que estás para comerte con pan. Una persona que levanta las miradas de todo aquel que lo ve. Ser bueno es ser un bombón. En el envoltorio no aprecias su belleza y sabor, pero al abrirlo... uf, ¡qué delicia! Y parecer bueno, es llegar a ser alguien interesante pero que en realidad no eres. Trampa y mentira. ¿Vas a cambiar? No, mejor lo dejo para mañana...
No es lo mismo ser un ''colega'' que un ''amigo''. ¿Sabéis? Tengo mil colegas, de todas las clases: jóvenes, viejos, altos, flacos, rubios, esbeltos... una colección que no acaba, porque cada día conozco a uno nuevo. Pero amigos... poquitos, se cuentas con los dedos de la mano. Porque no es lo mismo estar siempre, que estar a veces. Y por eso, la palabra amigo pesa mucho y los que le llevan encima son personas fuertes y seguras.
No es lo mismo ''sudar'' que ''sudártela''. La primera no es buena... hueles mal, te notas fatal y no consigues dar un paso sin que nadie se ponga la mano en la nariz. La segunda tiene ''tela'' y mucha. Porque es difícil caminar sin que te decepcione o enerve algo. Es jodido controlarte y no pegarle un puñetazo a alguien por lo estúpido y maleducado que puede llegar a ser. Por eso, no sudar y sudártela, son la clave. Oler bien y que te resbale la idiotez del mundo pueden ser el mejor complemento para dar un paseo agusto y verte genial.
No es lo mismo ''saber'' que ''creer''. Yo te sé que te gusto. Yo sé que tienes problemas. Yo sé que puedo hacerlo. En cambio... yo creo que te gusto. Yo creo que tienes problemas. Yo creo que puedo hacerlo. ¿A que cambian las sensaciones? En dónde radica la diferencia? En que lo primero es seguro, cierto e irrefutable y lo segundo, está a espensas de alguien, de algo o de no se sabe el qué. Incertidumbre podríamos decir, para resumirlo. Y las cosas inciertas no me gustan. Prefiero manejarme en aquello que puedo controlar y está en mi mano. ¿Crees o sabes quién eres? ¿Sabes o crees saber cual es tu meta? ¿Crees o sabes si eres feliz?
No es lo mismo ''mirar'' que ''observar'', ni ''oír'' que ''escuchar''. En ambos, obtenemos información. Pero al mirar y al oir, se va como mismo entró. Ni nos inmutamos. Te oigo, te miro... pero ya está. En cambio, al observarte y al escucharte, me interesas. Quiero saber qué me dice tu ropa, tu mirada, tu sonrisa... y por eso, mis cerebro retiene la información al instante. Es por ello que ''escuchamos'' música y ''observamos'' el mundo porque ambos son bellos y maravillosos.
No es lo mismo dar un ''abrazo'' que un ''abrazo de verdad''. Si un abrazo dura dos segundos y no lo recuerdas... malo. Sin embargo, si se para el tiempo, cierras los ojos, se adhiere a ti el perfume y el latir de la otra persona y lo recuerdas eternamente... enhorabuena, esa personas es importante. Y científicamente, un abrazo da mucha felicidad, así que... ¡abrazooooo!
Por esto y por mucho más, hay que saber las diferencias en el lenguaje y en las intenciones de la gente, que muchas veces ''parecen ser...'' pero no lo son.
#MarcaLaDiferencia.
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