Tic, tac, tic, tac... ni me despertaba.
Ja, ja, ja... ni sonreía.
Toc, toc... no esperaba ninguna visita.
Piiii, piiii... no sentía la rabia del conductor.
¡Achís!... no llegaba el jesús.
¡Plas!... no sentía ninguna salpicadura.
¡BOOM!... se acabó.
He sido encerrado en una burbuja, pero a diferencia de las burbujas que conoces, esta no se rompe ni con un alfiler. Dura, pesada, indestructible y aislante. No puedo escapar. Lo único que me queda es observar el mundo.
Así es como vivimos, en una burbuja. El mundo sigue girando y el universo creciendo y solo sabemos mirar sin actuar.
¿Los problemas del mundo son míos?
¿son tuyos?
¿de quiénes son?
Una guerra sacude las vidas de las personas. Se acabó, vuelta a a empezar.
Quien te tiene que ayudar es el que tiene medios, pero...
La corrupción es el nuevo mandamiento. "No dejes de ser corrupto"
Si hay corrupción, hay hambre y miseria, porque la prioridad es el bolsillo del grande.
Si no se da de comer, se llora.
Un refugiado es aquel que llora por el hambre y porque no tiene más que la tierra sucia y húmeda como almohada. Ese es el resultado de las peleas entre los de los bolsillos llenos de dinero negro y quienes usan la religión para vaciar cabezas, crear caos e infiernos, y una vez más, llenarse la cartera.
Los sonidos de horror, miseria y destrucción, ¿quién los escucha?
Deberíamos parar el tiempo y revovinar la cinta temporal hasta el minuto 00:00, para partir hacia algo mejor. Pero no podemos. Hay gente que no escucha el grito del mundo pidiendo auxilio y tregua. Solo observan tras la burbuja.
¿Qué aportamos como grupo?
En este planeta hay más contrastes que entre el blanco y negro. Mientras escribo, hay un niño llorando, un anciano en el suelo y bombas cayendo en la tierra para decir: "Aquí ha estado el ser humano"
Era pequeño cuando me metieron en este mundo. No era consciente hacia dónde me dirigía. Ya no puedo remediarlo, no puedo elegir. Si antes de nacer nos dieran la opción de venir a la realidad o seguir siendo un ente irreal... ¿Vendrías al mundo?
Parece que muchos no son conscientes de que está pasando algo. Cambios climáticos, guerras, corrupción, maldad, hambre... al fin y al cabo, nada nuevo que no hayas visto. Pero la cosa se queda ahí, lo has visto. Nadie se preocupa, nadie siente empatía o al menos, hay pocos que difunden la voz para proponer un cambio. Y si alguien lo hace, no llegará a muchos, porque las burbujas han pasado a ser duras y aislantes, y las personas meros observadores de una obra de teatro demasiado larga y triste.
El problema del mundo, ¿de quién es?

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